Información de Enfermedades: Aparato Digestivo: Hernia inguinal

La hernia inguinal se produce por la persistencia de una comunicación entre la cavidad abdominal y el escroto, que permite la salida del contenido abdominal por un saco herniario (conducto peritoneovaginal) a través del anillo inguinal, hacia la ingle y el escroto (en los varones) o los labios mayores (en las mujeres). La intervención quirúrgica consiste en acceder a la región inguinal a través de una incisión en la piel y extirpar el saco herniario.

En niños menores de 2 años, y según el criterio del cirujano, se puede explorar el lado contralateral si hay sospecha de asociación herniaria. Como norma general se utiliza una sutura reabsorbible, por lo que no es necesario retirar los puntos de sutura, que caen solos en el plazo de una semana a 10 días.

La herniotomía debe de realizarse tan pronto se ha diagnosticado la presencia de una hernia, y aunque no suele ser una urgencia vital, no debe demorarse la intervención por causas no justificadas módicamente. Debido al tipo de intervención, este procedimiento se realiza bajo anestesia general. Como toda práctica médica, no está exenta de riesgos o complicaciones, comenzando por los derivados de la anestesia general.

Las complicaciones son escasas, aunque las más frecuentes pueden ser: sangrado postquirúrgico, hematoma escrotal, infección de la herida operatoria, granuloma de rechazo a la sutura, reproducción de la hernia. En general dichas complicaciones se resuelven en un plazo razonable de tiempo.

Como normal general, la estancia media es de unos 3 días. En las primeras horas del postoperatorio el niño puede tener molestias en la herida que suelen ceder con la toma de analgésicos.


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